“Yo empecé con la Quiropráctica porque tenía dolor en la parte baja de la columna.
No podía estar sentada mucho tiempo. Además de dolor en la zona cervical;
esos dolores intensos me generaban náuseas.
Antes de venir a Schubel recibía masajes y hasta medicamentos, pero sin resultado.
Ahora que empecé con el proceso correctivo de las desviaciones en mi columna,
ya no tomo tantas pastillas para calmar el dolor porque ya no siento el dolor intenso
que me acompañaba todos los días en la zona cervical y lumbar”.