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Eliana Llontop



“Empecé porque tenía dolores constantes en el cuello, y en la espalda a la altura del coxis. Mis días empezaban levantándome con dolores de cuello que terminaban en dolores de cabeza, y con el pasar del día con dolores de espalda. Cuando caminaba sentía que tenía un hombro más arriba que el otro, y además se me torcía un pie. Los dolores con el cuidado fueron disminuyendo de proporción hasta dejar de tener dolores de cabeza y cuello, e incluso puedo caminar durante el día y pasarlo sin el dolor de espalda ni en el coxis”.